Nos gustan las historias. Tanto que no solo las leemos, también nos las imaginamos, las vivimos y las escribimos. Porque hay cosas que solo se sienten si se escriben. Bienvenidos a los contadores de historias

domingo, 19 de enero de 2014

Caminante sobre un mar en brumas

 
 



Había una vez un joven llamado Jorge que era un apasionado de los viajes.
Un dia decidió salir a investigar y se perdió por el bosque. Iba caminando desesperado buscando comida y ayuda . Se encontro una vieja casa en ruinas donde vivía un anciano con un bastón y cuyas prendas estaban rotas y manchadas. Estuvo varios días con él aprendiendo a sobrevivir en el bosque para la próxima vez.
Un día cuando el anciano llamado Fernando salió al bosque para buscar comida, Jorge se quedó solo y vio detrás de un armario una bonita puerta. Cuando entró vio cuadros pintados por el anciano en los que salían mares en brumas rodeados de mucha niebla
Entendió entonces que la pasión de Fernando era encontrar un mar en brumas.
Cuando llegó  Fernando, Jorge le contó que se iban a ir en busca de un mar en brumas. Pasaron tres dias caminando, sin comer ni beber  y por fin llegaron.
 El anciano había empezado a enfermar pero Jorge no se dio cuenta hasta que pararon a descansar. Jorge sabía un poco de medicina y de plantas entonces lo incorporó, le ayudó a recostarse en una roca y fue a buscar una plantas medicinales.  Hizo que  Fernando las masticase y las tragase, y lo dejó descansando mientras él iba a buscar alimentos. Cuando Fernando se recuperó vio comida y a Jorge sentado mirando al horizonte.
"Lo hemos encontrado" le dijo y se sentó junto a él a observar lo que toda la vida había pasado imaginando. El mar en brumas.

                                                                               Ángela Fernández. 1º ESO. B

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