Año 1998 en la nueva república de “Coria”. La
reina ha sido desterrada y el pueblo ha iniciado una reunión a la que han
acudido muchas personas de todas las
clases y edades: zapateros, obreros, nobles, ricos, pobres…y una hormiga, en
concreto la obrera 267 del hormiguero “Riballle”, ¿su nombre? Pepa.
Como era una obrera tenia que acatar las
ordenes de su reina a rajatabla, esta vez tuvo que buscar en los alrededores
fuentes de alimentos para el invierno, pero poco a poco se distrajo con cada
cosa que encontraba olvidándose de sus labores. Pero algo le llamo la atención,
eran unos ruidos que venían del
salón de reuniones. Pepa decidió entrar al edificio y ver “que se
cocía” dentro, se subió al sombrero de un señor y se dio cuenta de que un
hombre había empezado a hablar. Era Max Martínez, un gran pensador de nacionalidad aragonesa que había ido para
apoyar a los “Corianos”. Su discurso fue breve y sencillo:
-Corianos, después de tantos años al final lo
logramos. La reina ha sido derrocada por, nosotros el pueblo, y dirigiremos nuestra república… con la
democracia, ya que al fin ¡El pueblo manda!
Mientras que los “Corianos” aplaudían y
gritaban, Pepa murmuraba con indignación
-Extraños humanos puff... ¿Democracia? puff... que insensatez, el
pueblo no ha de reinar, ¡¡De eso se encarga la reina!! Si el pueblo trata de
reinar conseguirán que reine el caos ya lo se yo bien, mi reina es
honrada….bueno honrada…mi reina es… muy poco egoísta pero muy poco es mas, nos
da las sobras de sus banquetes y nos deja vivir en las cavernas de los hongos y
piensa en nosotras….-
Pepa estaba confundida iba a volver al
hormiguero ignorando lo que había oído
pero … se paro a pensar y reflexionar pensó que quizá su reina no las trataba bien, ni les tenia
mucho aprecio…. Al final llego a una conclusión
-No estoy decidida sobre si la democracia es
de verdad lo que dicen los humanos, así que los visitaré con frecuencia para
ver si les va mejor…
Pepa observó que los humanos habían avanzado
tanto en conocimientos científicos como
en la calidad de vida y sobre todo en su autoestima y felicidad.
Ya convencida Pepa transmitió sus ideales de
democracia a los diversos grupos de hormigas
Primero a las obreras que como ella vivían en
malas condiciones y con poco respeto que rápidamente aceptaron su ideología
Después a las recolectoras, en las que la idea
triunfó, sobre todo porque aun tenían menos prestigio que las anteriores
Con paciencia fue explicando sus ideas a las
soldado, que la apoyaron y con el apoyo de los tres grupos anteriores gano la
aprobación de las hormigas privilegiadas.
Juntas lograron derrocar a la reina dándole un puesto de funcionaria
del estado.
Y así fue como la humilde Pepa logró que por
primera vez que las hormigas hicieran lo impensable.
Tomás Barón. 4º ESO. B
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