En un mundo atípico, en un mundo en el que los objetos
tenían vida, los humanos y los objetos
se llevaban bien.
Hasta que llegó un terrible día en el que las sillas
cansadas de soportar el peso de los humanos decidieron rebelarse y así comenzó
la guerra.
Pasaron cinco años y la guerra continuó, solo que esta vez
uno de los bandos tenía un malvado plan. En la batalla, las sillas hablaron con
el resto de objetos, incluidos las armas, y lograron hacer que todos los
objetos entraran en razón y se volvieran en contra de los humanos. Debido a su
superioridad de número, el imperio humano cayó y a partir de entonces los
humanos fueron esclavizados por los objetos
Julio Abenoza 3º.ESO.B
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