EL ESTRIBILLO
Ana es hija de un famoso periodista, su pelo es largo y de color castaño, sus ojos negros, alta y delgada, es muy guapa y con tan sólo veinticinco años ya es una gran investigadora que trabaja, de vez en cuando, para el centro de investigación de la policía en Madrid, su grupo preferido de música es “ S.J.A.“, no se pierde ningún concierto de ellos, siempre va con su mejor amiga, Marta.
A su despacho, un bonito piso en la séptima planta del Paseo de la Castellana de Madrid, le llegan casos de todos los tipos: engaños, desapariciones, asesinatos… y casi todos quedan resueltos. El caso que os voy a contar a continuación, sucedió hace dos años.
El 15 de Enero de 2013, Ana estaba en una cafetería tomando un refresco con su amiga Marta, había poca gente y el ambiente estaba triste y silencioso, Ana se levanto y se acercó a la máquina de música, metió un euro, apretó el número cincuenta y seis y comenzó a sonar una bonita canción de su grupo preferido. Al darse la vuelta le llamó la atención un señor alto y moreno con una bufanda a cuadros verdes y negros, que estaba de pie en la barra junto a una muchacha rubia de pelo corto, y que empezaba a cantarle en voz muy alta la canción. A Ana le entró la risa y volvió junto a su amiga Marta.
Al día siguiente, como siempre, compró el periódico “ Diario de Hoy “ y leyó la columna que escribía su padre, trataba de la desaparición de Linda Suak, una cantante joven y guapa, su sorpresa fue ver la foto y darse cuenta que era la misma muchacha rubia de pelo corto que había visto el día anterior en la cafetería.
Fue hasta el periódico donde trabajaba su padre para preguntarle por toda la información que tuviese y le comentó que se iba a poner en contacto con la familia de Linda porque iba a llevar ella el caso. Esa misma tarde viajó hasta la casa de sus padres en Santander, durante el viaje escuchó como tres veces el CD de música de “ S.J.A. “, se sabía todas sus letras.
Los padres de Linda vivían en una bonita casa con jardín, a las afueras de la ciudad, todo estaba muy silencioso, se presentó, les comentó que había visto a Linda el día anterior y la invitaron a pasar, sus padres no sabían quién podía ser el señor alto y moreno con el que la había visto Ana, ellos no sabían que pudiese tener novio y no conocían a ningún amigo ni compañero de Linda con esa descripción, desconocían si Linda tenía algún problema, con ellos era muy amable y siempre les contaba donde iba, incluso si tan sólo salía un momento a por refrescos, le encantaba tener siempre la pequeña nevera de su cuarto llena de ellos y tomarlos con sus amigas. Ana subió a la habitación de Linda para buscar alguna pista, sus paredes estaban llenas de fotografías suyas cantando en diferentes conciertos, su armario estaba lleno de la ropa y calzado que usaba en sus conciertos y de la que utilizaba para salir a diario, en su tocador estaban todas sus cremas y maquillajes, debajo de la ventana estaba la pequeña nevera llena de refrescos y en su escritorio había miles de partituras de música y composiciones de letras sin acabar, Ana se fijó en un papel escrito con letra grande y diferente a la de los demás, se lo guardo en su carpeta y pensó que estaba claro que Linda no se había ido voluntariamente de su casa, pero entonces ¿Por qué nadie sabía dónde estaba?, ¿Por qué estaba tan contenta cuando ella la vio escuchando la canción de “ S.J.A. “ que el señor de la bufanda a cuadros le cantaba? Ana les dio su número de teléfono móvil a los padres de Marta, se despidió y regresó a Madrid.
Ana sentada en su mesa pensó y anotó en un folio todo lo que tenía hasta ese momento:
Linda es una chica joven, guapa, rubia de pelo corto, vive en Santander con sus padres y tiene una prometedora carrera como cantante:
- El día 15 de Enero estaba en la cafetería “The beautiful music”.
- Estaba contenta escuchando la canción que le cantaba un señor alto y moreno con bufanda a cuadros.
- Sus padres desconocen si tiene novio, amigos o compañeros con esa descripción.
- En su habitación no falta nada, está completa con todas sus cosas, en ella encuentro un papel roto en el que pone:
PONLE HIELO A TU COPA
ESCUCHA SIEMPRE QUE CHOCA
- Lleva desaparecida siete días sin decir nada, no hay notas, ni llamadas.
De repente sonó el móvil de Ana, al otro lado del teléfono su padre le comunicaba que Linda había aparecido asesinada en un río. No había pasado ni una hora cuando Ana ya se encontraba en el lugar del crimen, todo era desesperante, el cuerpo muerto todavía se encontraba medio metido en la orilla del río, con el cabello mojado y sucio de barro y la cara morada e hinchada, estaba irreconocible. No la dejaron acercarse mucho, pero de pronto observo como entre las ramas de un árbol había algo blanco, se acercó a cogerlo, posiblemente el viento lo había llevado hasta allí, y comprobó que era un trozo de papel idéntico al que se llevó de casa de Linda, solamente cambiaba lo que estaba escrito:
PONLE LIMÓN FRESCO Y
FORMA UN DULCE REFRESCO
Cuando llegó a su casa juntó los dos trozos de papel, comprobó que los dos encajaban perfectamente formando el estribillo de una bonita canción de su grupo preferido.
PONLE HIELO A TU COPA
ESCUCHA SIEMPRE QUE CHOCA
PONLE LIMÓN FRESCO Y
FORMA UN DULCE REFRESCO
¿Qué había ocurrido?, ¿Por qué? Tras varios meses de investigación la policía decidió cerrar el caso por falta de pruebas y no le quedo más remedio que abandonarlo.
Por fin llegaron las merecidas vacaciones que esperaba, era agosto y Ana se marchaba a pasar todo el mes a Viena, la capital de Austria y la ciudad del Vals, junto a su amiga Marta. Su vuelo llegó aproximadamente sobre las diez de la mañana, se instalaron en un lujoso hotel y no perdieron ni un minuto más en visitar la ciudad, preciosos parques y jardines donde encontraron estatuas como la del gran genio de la música “Mozart” y donde se pueden escuchar notas de música clásica por todas partes. Si estaban contentascon lo que escuchaban y veían, todavía se pusieron más cuando vieron que todos los autobuses urbanos llevaban anunciando el concierto de “ S.J.A“ para el próximo sábado a las diez de la noche.
Estaban en primera fila, escuchando y cantando todas las canciones, cuando empezó a oírse cantar por sus artistas y todo el público a la vez el estribillo que Ana había encontrado escrito en dos papeles. A Ana le empezó a doler la cabeza, empezaron a pasar por su mente imágenes que le recordaban al caso y de repente: “allí estaba”, subido al escenario, alto y moreno, tocando la batería y cantando la canción, sin duda era él, el hombre de la bufanda de cuadros. Terminó el concierto y Ana se coló en los vestuarios, tenía que hablar con él, no podía dejar escapar una oportunidad como esa, al final, no logró hacerlo pero se llevo una gran sorpresa cuando en el vestuario se encontró con una guapa y rubia muchacha: Linda Suak.
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