Había una vez un niño llamado Andrés .Iba a cumplir diez
años el dieciocho de enero .Era alto,
rubio, con tres pecas en cada moflete ,responsable, bueno un poco flaco, le
gustaban las chicas y dibujar.
Un día, en el colegio su profesora Lola les mando escribir
una redacción sobre la vida de un
castillo .Cuando llego a casa, entro en su habitación y empezó a pensar, como
no se le ocurría nada se puso a dibujar
animales y hacer rallujos. Como se aburría
se quedo dormido y empezó a soñar.
Estaba en el mundo de las chuchearías, había un río de chicle,
peces jirafas y cebras de gominota y un largo camino de nubes que llegaba al
castillo mas grande que había visto nunca .Le ocurrieron un montón de
aventuras, iba corriendo y de repente se cayo, pero se comió una gominola
mágica que lo curó al instante.
La madre lo despertó del sueño cuando grito desde el
pasillo.
¡Andrés la cena ya esta!
Ya voy, me he quedado dormido!
Después de cenar, Andrés subió a su habitación a escribir la
redacción, ya tenia la idea
Contaría el sueño que había tenido.
Al día siguiente entrego la redacción a Lola, le gusto tanto
que fue la ganadora de “la redacción de la semana”.
Espero que os haya gustado ¡Hasta el próximo sueño!
Carmen Pérez 4º de
primaria
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