Nos gustan las historias. Tanto que no solo las leemos, también nos las imaginamos, las vivimos y las escribimos. Porque hay cosas que solo se sienten si se escriben. Bienvenidos a los contadores de historias

domingo, 30 de marzo de 2014

La Bella Durmiente. Versión nº 3: Aurora


Mi nombre es Aurora.
Nací el dos de abril de 1850 y mis padres por mi nacimiento celebraron una fantástica fiesta.

Cuando acabó la celebración empezó la entrega de regalos y tres de las hadas presentes me entregaron tres dones distintos. La belleza, la riqueza y la virtud.

Pero una visita inesperada interrumpió la fiesta y su regalo nos cambio la vida a todos.

Los años fueron pasando y yo crecí con normalidad en un entorno feliz.

Sin embargo notaba algo extraño porque no había ninguna máquina de coser y me preguntaba de donde saldría la ropa, y además mis padres se ponían de los nervios cada vez que me acercaba a una aguja.

Así que un día la curiosidad se apodero de mí y me recorrí todo el castillo de arriba a abajo.
Comencé por la cocina, luego pase por los baños, las habitaciones, la bodega el comedor, la entrada, el salón del trono.... y justo cuando iba a dejar de buscar subí a la torre más alta del castillo y ahí estaba . Una preciosa rueca que brillaba con luz propia. No pude evitar tocarla, y sin saber como la aguja se clavo en mi piel, y vi como una gotita de sangre caía por mis blancas manos.

Mi siguiente recuerdo fue la cara de un guapísimo príncipe. Al incorporarme me miré en el espejo y mi cabello estaba larguísimo, mi ropa desgastada, los muebles llenos de polvo y las ventanas cubiertas de enredaderas .Al  ir a contarles a mis padres lo ocurrido, me sorprendió  ver a todo el mundo bostezando como recién salidos de un larguísimo sueño.
Fue entonces cuando me enteré de todo.

Resulta que el hada que irrumpió en mi  bautizo no trajo un regalo sino un hechizo que me condenaba a la muerte al pincharme con la aguja de una rueca, por suerte una de mis hadas madrinas pudo bloquear el hechizo convirtiéndolo en un larguísimo sueño.

Mi historia acabo como acaban los cuentos de todas las princesas, reiné con sabiduría, me casé con mi príncipe azul y en mi reino fuimos felices y comimos perdices.
 
 
                                 Lucía Ventura. 1º de ESO. B

 

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